lunes, 7 de junio de 2010

Goodbye

No me digas que no puedes encontrar el sueño en esa almohada de seda
Ni me cuentes sobre el insomnio que te obliga a conseguir compañía en el café
No quiero enterarme de tus luchas internas que te golpean la frente a derecha y revés
Si yo fuera una mosca chiquita, entraría por la ventana a mirar
Es que tengo un espíritu espía que moriría por verte pensar
Si tanto te duele mi ausencia, pues debiera dolerte mil veces más
Es que te dije maldito canalla que el día que parta no volvería jamás.

1 comentario:

  1. A veces las sensaciones son más duraderas que las palabras. Será porque son sola una manera de ligitimarlas? Fue sobre este texto sobre el que comenté; un comentario que nunca llegó. Hoy no me atrevería a intentar una reproducción, pero la sensación es la misma. Es como si hubieses tomado mis dedos, para decirlte al cretino que se arrepentirá toda su vida de haberme dejado ir. Es como si hubieses tomado mi mente, para dejarme tranquila de que ya encontré las razones para todo el sufrimiento que me hizo pasar. Es como si, aún a la distancia, tuvieras la capacidad de saber leer situaciones que quizás ni estando cerca te las contaría, pero podrías sentir.

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