Se tomó un vino quita penas
y lo acompañó con un cigarrillo de olvido,
y lo acompañó con un cigarrillo de olvido,
el malo fue bueno en su saña (valga la contradicción)
la envolvió, la despedazó, la mutiló,
y como si fuera tarde para recomenzar
juntó todas sus tristezas en una bolsa
y se fue diciendo que no era su culpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario